La fortaleza de Montbazon
Una gran Virgen en cobre, encaramada en lo alto del torreón de Montbazon, señala de lejos la espectacular fortaleza medieval. La visita de los vestigios del castillo promete un viaje de regreso a la Edad Media.
Una visita animada por caballeros
Construida a finales del siglo X por Foulques Nerra, conde de Anjou, la fortaleza de Montbazon forma parte de, junto con los torreones de Loches y de Langeais, un tríptico feudal destinado a proteger los terrenos de este guerrero-constructor.
Erigido sobre un espolón rocoso que domina el valle del Indre, esta obra monumental depara una visita animada con actores vestidos de época. El recorrido guiado te conducirá del torreón a la muralla, pasando por los túneles y la cámara de tortura.
La exhibición de tiro con catapulta seguida por un combate entre caballeros transporta a pequeños y mayores al universo del Faucon Noir, ¡uno de los peleadores más inquietos de la Edad Media!
Iniciación a los oficios de la Edad Media
Dentro de los muros de la fortaleza, se ofrecen numerosos talleres para descubrir o iniciarse en los oficios de la época feudal. Así, podrás conocer el saber-hacer del herrero, del campanero o del tejero. Una parada en el herbolario te ayudará a conocer los secretos de las plantas medicinales cultivadas en el jardín medieval.
A cambio de los dos denarios que recibirás en la entrada, podrás fabricar dos pequeños artículos junto al alfarero, al calígrafo, al tejedor, al escultor o incluso al cerero.
Descubre la cocina medieval
A cualquier hora del día, podrás darte un festín de hogazas medievales cocinadas en fuego de leña en los hornos de la taberna. Estas pequeñas bolas de pan rellenas son las especialidades tradicionales de Anjou y Turena.
El establecimiento organiza asimismo banquetes medievales en el gran salón de la fortaleza. Esta animación estival te brindará la oportunidad de degustar diferentes platos típicos de la Edad Media, anunciados por el vocero y servidos en parihuelas. La cena está animada por un grupo de trovadores, magos y malabaristas de fuego.
¿Qué tal si continuamos la aventura hacia la fortaleza de Chinon?
