Indre en bici
Indre en bici ofrece una ciclovía de más de 200 km a través de 13 etapas por la orilla del río. Descubre nuestra selección de dos tramos bucólicos a través de caminos rurales entre Azay-le-Rideau y Truyes.
Tras los pasos de Balzac, desde Azay-le-Rideau a Monts.
Azay-le-Rideau conecta con Loira en bici desde Bréhémont y Villandry. A la salida de Azay-le-Rideau, un recorrido de 17 km une esta localidad con Monts a través del Valle del Indre.
El circuito permite hacer un alto en el valle troglodítico de Les Goupillères y en el castillo de Saché donde se hospedaba Balzac con regularidad. Las viviendas y paisajes en los márgenes del río Indre le inspiraron profundamente al escribir su novela El lirio en el valle.
Más allá, cerca de Pont-Ruan, no te pierdas los tres molinos de agua conocidos como «los molinos de Balzac». En el camino que conduce a Artannes pasarás por delante de la mansión de l’Alouette con sus dos torretas voladizas, mencionadas por el autor de La comedia humana.
Antes de llegar a Monts, avanzarás por las orillas del río Indre a través de un camino boscoso a lo largo del cual el Molino de Les Fleuriaux,con su puente de piedra, depara una torre cuadrada con enlucido rosa del siglo XVIII.
Las tierras de Faucon Noir, entre Monts y Truyes
Esta etapa de 19 km te conducirá de Monts a Truyes pasando por los pueblos de Montzabon, Veigné y Esvres. Dejando atrás Monts, pasarás cerca del castillo de Artigny, antigua residencia del perfumista François Coty, reformada en el siglo XIX. No dejes de visitar la fortaleza de Montbazon construida sobre un espolón rocoso por Faucon Noir poco antes del año mil. Su torreón cuadrado se ve de lejos gracias a su inmensa Virgen de cobre.
Toma el antiguo camino medieval que conduce al pueblo de Veigné. Un poco más lejos, el arboreto la Martinière depara un jardín botánico de 4 hectáreas en torno a dos lagunas. Alberga una colección de árboles y arbustos, así como un centenar de especies de bambú.
En Esvres, fíjate en el aerogenerador Bollée, construido a finales del siglo XIX para suministrar agua al castillo de Villaine situado enfrente.
La etapa finaliza en Truyes, donde el castillo de Bel Air, edificado en los años 20, desvela un parque de más de 2 hectáreas con jardines franceses, un gran estanque espejo, un pedregal y un jardín inglés.
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