El castillo de la Bella Durmiente
Se dice que el castillo de Ussé inspiró a Charles Perrault en su «Bella Durmiente». Una cosa es cierta: esta impresionante construcción, donde contrastan la piedra blanca de toba y los tejados de pizarra de sus múltiples torres, sumerge a los visitantes en un increíble escenario de cuento de hadas.
Un castillo renacentista flanqueado por el bosque de Chinon
Situado entre Chinon y Azay-le-Rideau, el castillo de Ussé sobresale sobre los ríos Indre y Loira. Los jardines diseñados por Le Nôtre y las terrazas consolidadas por
Vauban rodean orgullosamente el edificio en el que se hospedaron Voltaire y Chateaubriand. Esta fabulosa mansión privada con una apariencia de ensueño pasó a ser en el
siglo XV propiedad de una gran familia de Turena, los Bueil. Desde finales del siglo XIX, pertenece a la familia Blacas que aún residen en los lugares.
Adosado al bosque de Chinon, el castillo evidencia los diferentes estilos arquitectónicos, marca de impronta de las distintas épocas, del siglo XV al XIX, asegurando la transición entre fortaleza medieval y residencia de recreo. Sigue siendo hoy un magnífico ejemplo de castillo de recreo típico del Renacimiento.
Visita el castillo de Ussé
La visita permite acceder a las diferentes salas del castillo, así como al torreón y su adarve. Una capilla, establos y bodegas subterráneas excavadas en la toba de Turena completan el recorrido. El interior del castillo de Ussé está ricamente decorado. La sala de los guardias, con un hermoso techo en trampantojo del siglo XVII, alberga una colección de
armas orientales. La gran galería, que conecta las alas este y oeste del castillo, está cubierta de inmensos y suntuosos tapices flamencos del siglo XVI. La escalera monumental diseñada por Mansart conduce a la cámara del rey, cuya tapicería en seda acompaña una impresionante cama con dosel. La torreta octogonal del torreón revela una impresionante carpintería que descubrirás a medida que subes los peldaños. Es desde este torreón llamado «de los caballeros» que serpentea el adarve a lo largo del cual cobran vida las escenas
de la historia de la «Bella Durmiente». Asimismo, maniquíes de cera elegantemente disfrazados encarnan el hada malvada Carabosse, las tres hadas buenas, el príncipe encantado y a la princesa Aurora.